Testificando a los Judíos
¿Alguna vez se ha preguntado cómo ganar judíos a Cristo? ¿Cómo pueden los cristianos ayudar a la gente judía a que aprenda la verdad sobre el Mesías Señor Jesús y lleguen a la salvación? Usted podría sorprenderse al aprender que es bastante fácil sembrar importantes semillas de verdad en ellos usando los dos siguientes pasajes de su propia Escritura:¿Quién ha subido a los cielos y descendido de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en su puño o envolver el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Quién conoce su nombre o el de su hijo? (Prov. 30:4)Observación: Este pasaje obviamente se está refiriendo a Dios, pero también declara que Dios tiene un hijo (¿A quién se podría referir?) El próximo pasaje bíblico a considerar es:
Adoren al SEÑOR con reverencia, y alégrense con temblor. Honren al Hijo para que no se enoje y perezcan en el camino, pues puede inflamarse de repente su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los que en El se refugian! (Sal. 2:11,12. NBLH)Observaciones: (a) El único objeto de nuestra fe debe ser el Hijo, que en realidad es el Hijo de Dios. (b) Él también es nuestro refugio. Todos son benditos al hacer del Hijo su refugio. (c) Finalmente, ese mismo Hijo posee una ira y enojo que pueden inflamarse rápidamente para la destrucción de personas. Por lo tanto, él necesita ser honrado. (Nosotros demostramos nuestro amor y honra por Jesús al obedecer sus mandamientos, Juan 14:15)Los judíos que rechazan al Señor Jesús como el Mesías no tienen a Dios ni tienen salvación:
Todo el que niega al Hijo no tiene al Padre; el que reconoce al Hijo tiene también al Padre. (1Jn. 2:23)La única forma de tener vida eterna es teniendo al Hijo (Jesús de Nazaret). Debemos hacer de esto algo personal. Él tiene que ser nuestro Señor y Salvador. Debemos apartarnos de nuestros pecados y someternos a él o de lo contrario perecer. Solamente una fe confiada, sumisa, y constante en Jesús es la que nos salvará del infierno. Esto es nada más y nada menos que un asunto de salvación:El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. (1Jn. 5:12)Nuevamente, la salvación se halla solamente en el Señor Jesús (Hechos 4:12) y debemos seguirle (obedecerle) para pertenecer a su rebaño (Juan 10:27). Él es el único camino al Padre (Juan 14:6) y somos bienaventurados al refugiarnos en él (Salmos 2:12).De la Salvación Inicial a la Salvación Final
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